LAS TIERRAS
Caudete de las Fuentes se encuentra enclavado junto a la carretera de Madrid, a 88 Kms. de la capital, Valencia, y a 800 m. de altura media sobre el nivel del mar, con una población cercana a los 1.000 habitantes, cifra que llega a duplicarse durante los fines de semana y a triplicarse en la época veraniega.
Jardines en la Fuente GrandeSu término municipal es de 34 Km. cuadrados, constituyendo el cultivo de la vid su principal riqueza, y en menor cuantía los cereales, aceite y almendra, destacando una fértil y extensa huerta, cuyas parcelas son muy repartidas y afanosamente cultivadas.
La superficie del término es bastante llana, aunque tienen elevaciones que sobrepasan los 800 m. destacando los vértices geodésicos de tercer orden de la Ermita (850 m.) y Atalaya de Caudete (960 m.). El río Madre, afluente del Magro y su primer aporte de agua estable, atraviesa el término de Oeste a Este.
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Morfoestructura
Caudete de las Fuentes queda situado dentro del altiplano o meseta de Requena-Utiel, que se localiza en la parte más occidental de la provincia de Valencia, lindando con las de Cuenca y Albacete, con el río Cabriel como limitador obstáculo natural. Morfoestructuralmente, se trata de una porción del citado altiplano, que a su vez, pertenece al Sistema Ibérico, siendo esta meseta un escalón más del progresivo descenso de esta formación montañosa hacia el Sur peninsular.
En la zona central más occidental del término se encuentra «La Cañada», lugar de nacimiento del río Madre, principal eje de la red de drenaje del término. Este río, se adentra en el teémino municipal de Utiel hasta que afluye al río Magro. El resto de la red hidrográfica se compone de numerosos barrancos, característicos de los paisajes mediterráneos, que vierten sus aguas esporádicamente y confieren al paisaje una singularidad que destaca entre la monotonía de los cultivos y los pinares de los cerros más altos.
Esta irregularidad en la red de drenaje es debida al acusado estiaje que se produce en los meses de verano, que deja completamente secos la mayoría de los cauces de arroyada de toda la comarca, y que contrasta con las fuertes y súbitas crecidas de las estaciones intermedias, provocadas por las fuertes tormentas, que pueden llegar a ocasionar pequeñas inundaciones.Mapa de Suelos
Es digna de mención la existencia de numerosos manantiales, que emanan en numerosos sitios cercanos al lecho mayor del río, utilizado como vega o huerta. Estos se deben a la presencia en nuestro subsuelo de lagos y de potentes corrientes de agua subterráneas, que afloran entre los 776 metros de altitud del casco urbano y los 750 de la parta más baja de la vega.
En líneas generales, los suelos presentan una enorme variedad, llegando desde los arenosos de las zonas sedimentarias, hasta la aparición de la roca viva del escudo primitivo, en las zonas más erosionadas. No obstante, al igual que ocurre en el resto de la comarca, el suelo predominante es el de tipo calizo.
El Hábitat
El hábitat es claramente concentrado, agrupándose la casi totalidad de nuestra población en el casco urbano del pueblo, con calles típicas, muchas de ellas con pronunciadas pendientes, al ubicarse el centro histórico en la ladera contigua al cerro de «Los Villares».
Destacan la presencia de numerosas casillas de campo, que salpican el paisaje de todo el término municipal. Se trata de casillas de albergue, generalmente abiertas, destinadas al refugio de las personas en caso de verse sorprendidas por las típicas e inesperadas tormentas de verano.
Asimismo, también aparecen varios núcleos pequeños, compuestos por unas pocas edificaciones, que testimonian una antigua habitación de carácter disperso, por parte de los campesinos de fincas más o menos grandes. En la actualidad, sólo se habitan de manera permanente la Casa de El Tormillo y la Casa de Doña Aña («Casa Doñana»), que destaca por tratarse de una amplia explotación agrícola y ganadera, permanentemente habitada por varias familias, y que es popular por su producción artesanal de quesos.
Recientemente, se ha habilitado en la Finca de «El Renegado», un Hotel Rural, único en su categoría.
Vegetación y fauna
Es bastante escasa la presencia de vegetación natural en nuestro término municipal, puesto que la mayor parte del mismo se halla destinado a tierras de cultivo, que han aprovechado el «glacis» del altiplano para el cultivo de secano, fundamentalmente de vid, almendros y olivos; y el «lecho mayor» del río, para los tradicionales cultivos de regadío. No obstante, esta deficencia queda subsanada gracias a la existencia de bellos y agrestes parajes muy próximos a Caudete, como el paso del río Cabriel y sus afamadas Hoces, o Los Pedriches (en el término municipal de Venta del Moro), o La Fuentecilla (en el de Utiel), entre otros.
El glacis, es una característica forma erosiva que procede de las acumulaciones de los materiales sólidos procedentes de las cercanas sierras de Aliaguilla, Utiel y del Negrete, así como del relieve residual de éstos plegamientos jurásicos que es la sierra de la Bicuerca, y que han ido acumulándose, con el paso de los años, sobre la superficie del altiplano. En cuanto a la otra formación, el lecho del río, también queda definido gracias a la acción erosiva de las aguas, ya que su fertilidad se debe precisamente a las periódicas inundaciones, que van renovando su capa más superficial.
Así pues, la vegetación natural queda limitada, por una parte, a algunas zonas de pinos, encinas y arbustos bajos, localizadas en los puntos más altos de los cerros o montículos, que no han podido ser cultivados y, por otra, a la del lecho menor del río, en la que aparecen chopos y olmos, acompañados de algunos juncales, cañizares y zarzales.
El escaso término forestal se encuentra poblado principalmente por el pino carrasco («pinus halepensis»), pino rodeno («pinus pinaster»), carrasca («quercus ilex»), sabinas, lentisco («pistacia lentiscus»), madroños («arbustus unedo») y también monte bajo como romero («rosmarinus officinalis»), espliego («lavándula officinalis»), tomillo («thymus vulgaris»), brezo (erica multiflora), morquera, enebro («juniperus»), oxicedro, esparto, etc .
Entre su fauna actual destaca el jabalí, el conejo, la liebre, perdiz, paloma torcaz, águilas (reales, perdiceras, calzadas y culebreras), búho real, halcones peregrinos, cabra montés, ardillas, zorras, etc.
De esta manera, como ampliaremos en el apartado económico dedicado a nuestros cultivos el cultivo mayoritario es el de la vid, aunque también encontramos importantes plantaciones de almendros, mientras que el cultivo del olivo se circunscribe a las zonas más elevadas del término, en donde el suelo suele ser más pedregoso y calizo que en el resto.
Por su parte, el cultivo de regadío (huerta y árboles frutales), que es posible gracias a la abundancia de agua antes descrita, queda localizado en el lecho mayor del río.
Vegetación y fauna
En cuanto a las infraestructuras, destaca el paso por el mismo casco urbano de la carretera Nacional III, actualmente «desdoblada», debido al nuevo trazado de la Autovía A3, que queda a unos 200 metros del mismo, la distancia ideal para permitir un rápido acceso a la misma, evitando a la vez las molestias de una vía de transporte de estas características.
El resto de la red viaria es de carácter radial, con carreteras comarcales y locales que llegan y parten del casco urbano hacia: Fuenterrobles, Las Casas y Los Corrales de Utiel, Las Casas de Pino Ramudo y Los Isidros.
Luego podemos apreciar, en una segunda subdivisión, una articulada subred, compuesta por múltiples caminos secundarios y/o vías pecuarias, lo que pone de manifiesto el carácter más o menos minifundista de las explotaciones agrarias, generadas por las reparticiones generacionales de las propiedades.
También es de destacar el paso por el término municipal de «tres» vías históricas: la Real Vereda de Ganados de Madrid a Valencia, antigua zona de paso de la transhumancia ganadera entre Valencia y la meseta castellana; la denominada Cañada Real, que proviene, en dirección desde el Oeste del término municipal de Fuenterrobles y se dirige, hacia el Este, entrando en el término de Utiel. Sobre esta última vía, queda para próximas investigaciones científicas el confirmar que se trate, en muchos de sus tramos, de la más que probable antigua vía romana que enlazaba la llanura litoral levantina con el interior de la Península Ibérica.